Lo que puedo ser y lo que no

Estaba haciendo varios reportajes con mi compañera Kris Ubach por el centro sur de EEUU, en la parte de Nuevo México. Llevábamos varios años pensando en este viaje y teníamos unas cuantas localizaciones fetiche que queríamos explorar. Apuesto a que el 99% de los fotógrafos amantes de la naturaleza tienen debilidad por los desiertos. Pues resulta que muy cerca de la frontera con México, en Alamogordo, se encuentra uno de estos lugares mágicos que encierran los EEUU, el White Sands National Monument. Este pequeño paraíso es precisamente esto, un desierto de arena blanca, con sus dunas y sus texturas que hacen las delicias de cualquier fotógrafo que se precie. Pero este lugar, además de una mina de oro para nuestras cámaras, es un campo de pruebas del ejército americano. Esto lo complica todo y mucho. El acceso está controlado y aparte de cobrarte por entrar no te dejan pasar entre las 7 de la tarde y las 7 de la mañana, así que adiós a la fotografía nocturna, mi primera ilusión en este parque. Resulta que los días de luna llena hay una salida con los ranger del parque que te llevan de paseo, pero que alguien le explique a esta gente y al grupo que quieres hacer una foto de 15 minutos de exposición y que tienen que esperar… Estas cosas me ponen enfermo, no se pueden poner puertas al campo.

Cuando llegamos, venciendo a toda la probabilidad una vez más, estaba diluviando. Si, en el desierto… Decidimos ir a trabajar en el reportaje en vez de adentrarnos en el parque y esperar al día siguiente temprano por la mañana para acceder, solo teníamos un día y medio para estar en la zona y dejamos la última carta para la mañana siguiente, apostando por un bonito amanecer lleno de nubes. Se mascaba la tragedia.

A las 5:00 de la mañana sonó el despertador cargado de ilusión y dunas imaginarias y nos fuimos lanzados para estar los primeros, listos en cuanto levantaran la barrera. Cual fue nuestra sorpresa al ver que los ranger se retrasaban y retrasaban, y me gustaría haberme visto la cara cuando nos dijeron que esa mañana no se abriría el parque debido a las pruebas con misiles que se estaban realizando. Esa barrera con el cartel de prohibido el paso sería lo único del parque que íbamos a poder ver y con el amanecer y las nubes de tormenta que se estaban formando yo solo podía pensar en explotar ese centro de interpretación con sus propios misiles. Pero eso no puede ser, así que nos fuimos con nuestra rabia contenida viendo como se formaba esa tormenta por la mañana que debería haber sido el fondo de las dunas de arena blanca.

A pocas millas de allí se encuentran las llanuras de San Antonio y el Trinity Site, donde se hicieron las pruebas de la primera bomba atómica, la que luego se lanzaría contra Nagasaki. Como un recuerdo de ese momento, la tormenta empezó cuando pasábamos por allí, así que paramos el coche en medio de la carretera y nos preparamos para hacer las fotos. El viento venía de cara del sur, donde se desarrollaba toda la actividad eléctrica, así que no teníamos demasiado tiempo para disparar entes de que empezara a caer agua y la lluvia mojara el objetivo con ayuda del fuerte viento de cara. Eran en torno a las 10 de la mañana y ya había bastante luz, si queríamos hacer exposiciones de varios segundos para cazar los rayos tendríamos que utilizar algunos filtros o tirar a reflejo. Esta imagen está tomada con un portra Lucroit y un filtro degradado suave de dos puntos. Y aquí viene la píldora fotográfica. probé a poner un filtro neutro de 6 puntos, esperando ganar un poco de tiempo de exposición, pero como me temía con un filtro tan oscuro los rayos no se impresionan en el sensor, así que este truco no es válido, al menos en esta tormenta, que los rayos no eran demasiado espectaculares. Perdí un tiempo valioso con esta prueba, así que ahí os dejo mi experiencia, lo máximo que podemos poner para ganar algo de exposición es un polarizador, pero tampoco tiene mucho sentido, porque a partir de f11 casi no se aprecian los rayos en la foto. Así que durante el día nada de exposiciones muy largas, ¡suerte con vuestros reflejos!

Esta es la imagen que me pude llevar de este día lleno de rabia contenida. La verdad es que al final estoy contento y será mi recuerdo del parque que no pudimos ver, el recuerdo de que hay que volver.

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