Mi viaje con la fotografía comenzó en 2007, cuando la revolución del mundo digital (principalmente infografía y diseño web) era bastante madura para mí. A partir de ese momento mi pasión por la fotografía nunca ha decaído.

Siempre he sentido amor por la naturaleza desde niño, es innegable, y esto ciertamente ha orientado mi acercamiento fotográfico al paisaje natural, transmitiendo opciones hacia un mundo siempre amado pero nunca explorado con "ojos diferentes".

En la fotografía de paisaje encontré inmediatamente una fuerte fascinación que con el tiempo se transformó en una fuente inagotable de inspiración que me impulsó a buscar con atención y paciencia todos los elementos capaces de describir, de la mejor manera posible, su fuerza y ​​su carácter. El paisaje debe ser observado, comprendido e interpretado.

Cada uno de nosotros tiene la suerte de poder hacerlo a través de nuestros propios ojos. Saber “ver” es lo más difícil, es lo más personal que existe, pero al mismo tiempo es lo que marca la verdadera diferencia entre un fotógrafo profesional y uno amateur. Ciertamente no se determina el mejor brillo o nitidez en las esquinas de una lente fotográfica, sino lo que somos capaces de comunicar a quienes leen esas "esquinas".