Volvemos de las vacaciones de verano con la impactante obra del fotógrafo australiano Murray Fredericks.
Murray estudió política y economía en la Universidad de Sydney. Tras su licenciatura, pasó cinco años viajando por Oriente Medio y el Himalaya. La experiencia de pasar mucho tiempo en estos lugares «poderosos» le sirvió de base para enfocar su fotografía.
Esencialmente autodidacta, realizó un máster en arte y luego un máster en fotografía en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Nueva Gales del Sur, algunos años después de su carrera como fotógrafo.
Su obra parte de una perspectiva que considera la cultura como algo que no puede explicarse totalmente a través de una construcción social. Es una visión que considera que algunos valores se derivan de una «esencia sin tiempo». La obra intenta representar la experiencia cuando el pensamiento se suspende temporalmente y la mente se encuentra con «lo otro».
Desde el comienzo de su carrera, su proceso ha implicado prolongados viajes en solitario a lugares remotos y a menudo extremos.
Murray Fredericks está representado por la Hamiltons Gallery de Londres, la Arc One Gallery de Melbourne y la Annandale Galleries de Sydney. Sus obras se exponen a nivel internacional y en toda Australia. Sus obras forman parte de importantes colecciones públicas, privadas y empresariales, como la National Gallery of Victoria, la National Portrait Gallery, Elton John, Valentino, RBS, Commonwealth Bank y Macquarie Bank Collections.
Su primera película documental, «Salt», de la que fue director de fotografía y codirector, ganó doce importantes premios internacionales, participó en más de 50 festivales y se proyectó en la ABC y la PBS de Estados Unidos.
