Parece inevitable que el fotógrafo de naturaleza esté dispuesto a caminar para lograr su objetivo fotográfico. En mi caso es un placer del que he disfrutado desde incluso antes de dedicarme a la fotografía.
Por ello colaborar en este libro donde mis imágenes han alcanzado una gran preponderancia, no solo por el gran número de ellas empleadas sino porque se han reproducido a gran tamaño, ha sido un placer senderista. Aquel que nos transmiten los viejos senderos de la geografía ibérica cargados de belleza al natural. Anónimos o afamados son a su vez una puerta excepcional para acercarse a la naturaleza de la geografía española y a los secretos que esconde siempre cargados de atractivos ante los ojos de un fotógrafo.