![\"\"](\"https:\/\/blog.portfolionatural.com\/wp-content\/uploads\/sites\/210\/2019\/05\/nuria-680x1024.jpg\")
<\/p>\nA veces una foto tiene su momento. A veces una foto tiene un sentimiento. A veces… Su historia es sencilla, pero no se olvida.<\/p>\n
As\u00ed ocurre con esta escena \u00abEl mundo a sus pies\u00bb, cuyo momento fue fugaz e intenso. Me encontraba en la colina que da vistas al lago Nakuru. En esta colina, de paredes verticales, habitan familias de baboons, parte del encanto de su visita, am\u00e9n de disfrutar de unas vistas espectaculares del lago. Pues bien, tras caminar y fotografiar a estos simp\u00e1ticos\u00a0 \u00abamigos\u00bb, fui a la zona de vistas para tomar algunas series m\u00e1s del lago con nuevas perspectivas. Hab\u00eda una reja de seguridad para despistados, pues el precipicio no era despreciable, y a trav\u00e9s de un agujero en su red, una cr\u00eda de baboon bastante espabilada se col\u00f3 para terminar de comer lo que parec\u00eda un huevo duro.<\/p>\n
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Los baboons, como los simios en general, son juguetones e interactivos… Adem\u00e1s de ladronzuelos h\u00e1biles y expertos en conseguir comida humana. Quiero creer que lo rob\u00f3 y no se lo dieron. No debe d\u00e1rseles comida. Viven libres y deben conseguirla ellos. Tampoco deben tocarse las cr\u00edas para evitar que nuestro olor quede en ellas y puedan ser rechazadas por sus madres. Apenas una hora atr\u00e1s, otra cr\u00eda vino a desparasitar mis pantalones… Not\u00e9 un cosquilleo en mi pierna. La cr\u00eda ara\u00f1aba con sus deditos mi pantal\u00f3n y me miraba como diciendo\u00a0 -\u00abPues en tu cabeza debe haber lo suyo!\u00bb- Me mor\u00eda por agacharme y dejarla jugar, pero no debe hacerse. Cierto es que resulta dif\u00edcil resistirse a sus encantos. Son pedig\u00fce\u00f1os profesionales y muy tenaces, pero hay que pensar siempre en el bienestar de la fauna que visitamos y fotografiamos.<\/p>\n
Volviendo al tema, cambi\u00e9 mi teleobjetivo por un fisheye , met\u00ed la mano y la c\u00e1mara por el agujero de la reja y acerqu\u00e9 \u00e9sta al baboon para fotografiarlo. No pod\u00eda pedir m\u00e1s! Sab\u00eda que corr\u00eda un riesgo, ya que aunque jovenc\u00edsimo, a agilidad y fuerza \u00e9l ganaba, y yo estaba acerc\u00e1ndole demasiado mi Nikon, su bot\u00edn a conseguir.\u00a0 Pero la foto me tent\u00f3. Me puse un guante por si me agred\u00eda y… Zas!<\/p>\n
Intent\u00e9 otra fotograf\u00eda de sus pies que ya no pudo ser. \u00c9l sinti\u00f3 curiosidad por la c\u00e1mara que ten\u00eda muy cerca y que una mano le … \u00bfofrec\u00eda? .<\/p>\n
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A veces una foto tiene su momento. A veces una foto tiene un sentimiento. A veces… Su historia es sencilla, pero no se olvida. As\u00ed ocurre con esta escena \u00abEl mundo a sus pies\u00bb, cuyo momento fue fugaz e intenso. … Sigue leyendo