Mientras fotografiamos, sentimos una mezcla de asombro y gratitud. Contemplar una cascada rugiente o un arroyo serpenteante nos recuerda que el agua es movimiento, fuerza y cambio constante. En cada imagen buscamos transmitir esa energía y su papel en los ecosistemas, desde la niebla que envuelve un bosque hasta la inmensidad del océano. Nos convertimos en narradores visuales de su belleza y fragilidad, con la esperanza de despertar conciencia en quienes observan nuestras fotografías.
También sentimos responsabilidad. Sabemos que muchas fuentes de agua están amenazadas por la contaminación, la sobreexplotación y el cambio climático. Fotografiar el agua no es solo una forma de celebrar su existencia, sino también un acto de denuncia y preservación. A través de nuestras imágenes, buscamos mostrar su vulnerabilidad, la urgencia de protegerla y el impacto de nuestras acciones en su conservación.
Al final del día, mientras revisamos nuestras capturas, experimentamos una profunda satisfacción. Cada fotografía es un testimonio del valor del agua y su inigualable belleza. Nos sentimos privilegiados de poder documentarla y compartirla con el mundo, con la esperanza de inspirar respeto y cuidado por este recurso vital. Porque más que fotógrafos, en este día nos sentimos guardianes del agua, testigos de su magia y defensores de su futuro.
]]>El silencio profundo del paisaje nevado nos envuelve, y cada paso es una oportunidad para capturar la belleza efímera del invierno. Las alargadas sombras y las luces suaves ofrecen nuevas perspectivas y una textura única para crear imágenes de belleza fugaz.
La luz tenue del sol de invierno se filtra entre los árboles desnudos, y los detalles que pasan desapercibidos en otras estaciones emergen con fuerza. Cada rincón del paisaje ofrece una historia visual que solo el invierno sabe contar.
La nieve, el hielo y la escarcha son elementos que los fotógrafos de naturaleza amanos por su capacidad de transformar lo ordinario en algo extraordinario. A veces, el viento helado corta la piel, pero su presencia solo añade intensidad a la experiencia. El invierno, en su quietud, nos invita a una introspección profunda, y nuestras cámaras se convierten en herramientas para capturar la serenidad de la naturaleza.
]]>El aire fresco de la mañana y la suave luz dorada de la tarde transforman cada paisaje, dando un toque mágico a cada fotografía. Nos encantan los reflejos en los charcos formados por las lluvias, las sombras alargadas de los árboles y el crujir de las hojas bajo nuestros pies. Cada estación ofrece sus propias maravillas, pero el otoño, con su cambio constante, tiene algo único.
La diversidad de paisajes que podemos capturar es interminable. Desde los bosques densos, donde el sol se filtra entre los árboles, hasta los prados abiertos donde las hojas caídas crean alfombras naturales. Las montañas, cubiertas parcialmente por la niebla matutina, ofrecen una atmósfera misteriosa que invita a la exploración visual.
El otoño no solo nos ofrece una explosión de colores; también nos brinda la oportunidad de experimentar con la luz y la composición. El contraste entre las sombras profundas y las áreas iluminadas de manera suave permite crear imágenes dramáticas, llenas de profundidad. Sin duda, este es el momento para capturar la esencia de la naturaleza en su forma más poética.
A medida que las estaciones avanzan y el frío se instala, cada día se convierte en una nueva oportunidad para explorar, buscar y sorprendernos con los cambios que la naturaleza nos regala. Como fotógrafos, el otoño nos desafía a ver el mundo con una mirada renovada, a encontrar belleza en lo efímero y a celebrar el ciclo constante de la vida.
]]>Terminé el año pasado con un diciembre pleno de salidas y eso se refleja en mis resultados fotográficos, resultados que han sido más positivos de lo que esperaba.
Empecé el año 2020 igual que el 2019, salí muchas veces, me fuí muchas veces al lago Cuejdel, he subido varias veces la montaña Ceahlau y tenía esperanzas de que iba a seguir saliendo al mismo ritmo y hacer muchas fotos a lo largo del año.
Desafortunadamente en este pasado mes de marzo todo ha cambiado por culpa del virus COVID-19 y han seguido unas semanas muy duras, intentaba averiguar más sobre esta enfermedad y cómo tomar precauciones contra él, pero al mismo tiempo sentía la necesidad de parar, fue entonces cuando descubrí que a 300 m de mi casa hay un camino que lleva a un bosque donde casi nadie nunca va.
Me pregunté una y mil veces ¿Qué tipo de fotografías podía hacer en una colina donde han cortado casi todos los árboles? La respuesta se encuentra estando allí con la cámara y utilizando la imaginación. También he utilizado el dron para descubrir cómo se ve un bosque, que está regenerándose, desde arriba. Tras ello logré hacer la primera fotografía abstracta que ha logrado contentarme.
Tras unos días, empezaron a florecer los cerezos silvestres y poco a poco el bosque empezó a renacer llenándolo todo de su verde mágia, el verde de la esperanza, el verde de la vuelta a la vida.
Dejé de hacer aéreas porque quería intentar una técnica nueva para mi, la técnica ICM (International Camera Movement) y afortunadamente salió una fotografía aceptable de los primeros intentos, así que continué perfeccionando la técnica y tuve resultados buenos, quedándome con 3 fotografías para mi portfolio personal.
Al fin del mes los árboles eran de un verde fascinante e insistí en evidenciar la luz que caía encima de los troncos de los árboles o encima del verde bonito de las hojas.
De todas las situaciones se pueden sacar cosas positivas. Espero que lo que queda de año sea igual de positivo para todos nosotros.
Gheorghe Popa
]]>Puedes visitar la exposición en horario comercial de la agencia de viajes desde la apertura hasta el cierre y de manera gratuita hasta el 3 de enero de 2020.
Roberto Iván Cano fue el encargado de presentar al público que allí se citó los pormenores de nuestra exposición. Haciendo referencia a cual fue la idea original y su evolución hasta llegar a la actual estructuración en que se divide la muestra.
Estos son dos de los movimientos pictóricos que engloban la esposición de PICTIO, Romanticismo e Impresionismo.
No dejes de pasar la ocasión, si estás en Madrid o vas de visita, de ver nuestra exposición. Seguro que no te defraudará. Lo puedes hacer hasta el próximo 3 de enero de 2020.
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Ante la aparente sencillez de una flor podemos ser testigos de lo que ocurre y de lo acontecido desde hace millones de años, admirando la adaptación y evolución de las distintas especies en la biodiversidad de sus comportamientos, de sus formas, de sus colores……y solo con el pequeño gesto de acercarnos a una flor y de prestarle nuestra atención ya estamos reconociendo y amando la grandiosidad de nuestro Planeta, en toda su comunicación, y a toda la vida en el permanente cambio del Sistema.
En estas flortografías realizadas en diferentes especies de Asfodelos se pueden observar las diferencias en la longitud de sus estilos dependiendo del tipo de polinización.
Las flores alogamas, al presentar una polinización cruzada, necesitan de polinizadores que garanticen la transferencia del polen de una flor al estigma de otra, por eso, tienen que seducir….con sus colores, sus movimientos, sus fragancias, su néctar y su cantidad y calidad de polen, pero las plantas autogamas, al no necesitar la ayuda de ningún polinizador, presentan flores pequeñas, sin fragancia, sin néctar y con muy poco polen.
Los Asfodelos, en sus diferentes especies, presentan también diferentes estilos (ovario, estilo y estigma forman el gineceo), que condicionan de una manera clara tanto el hábitat como la adaptación y supervivencia de cada especie.
El estilo de las elegantes flores de los Gamoncillos. Asphodelus ayardii, es largo, fuerte y con un estigma papiloso de color rosado. Estas flores son alogamas, dificultan y evitan la autopolinización con anteras inmaduras y estigmas por encima de estas, así provocan la polinización cruzada aumentando su diversidad de genes, lo que posibilita a los gamoncillos estar mejor adaptados en ambientes más estables, donde hay más competencia por el espacio y los recursos.
Estilo largo de Asphodelus Ayardii Flor de 18 milímetros // Estilo largo de Asfodelus Cerasiferus Flor de 25 milímetros
De esta misma manera se comportan las flores de los Gamones. Asphodelus cerasiferus, con un estilo muy largo y elegante que supera las anteras. Es un estilo fino con estigma pequeño y húmedo…..
Sin embargo, las diminutas flores de las Gamonitas. Asphodelus tenuifolius y Asphodelus fistulosus, se comportan como autogamas, polinizándose con su propio polen y presentando las anteras y el estigma al mismo nivel. Esto asegura una enorme cantidad de frutos y semillas, lo que supone una ventaja para colonizar ambientes poco estables y cambiantes, como las cunetas y terrenos alterados e incultos donde prolifera.
Estilo corto de Asphodelus Fistulosus Flor de 13 milímetros
Esta peculiaridad y variedad en el tamaño de los estilos de los Asfodelos ocurre también en la mayoría de las flores….son insignificancias, pequeños secretos bien guardados y aprendidos a lo largo de miles de años de evolución vegetal, que determinan la adaptación y la supervivencia de estas especies, posiblemente también insignificantes, pero de enorme belleza y comunicadas íntegramente con el palpito de nuestro Planeta en la expansión viva de todos sus biorritmos.
“Somos naturaleza”
Photánica 11 de Julio de 2018
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