La primavera de 2020 nos ha traído muchos cambios a nuestras vidas, ha sido una primavera robada.
Terminé el año pasado con un diciembre pleno de salidas y eso se refleja en mis resultados fotográficos, resultados que han sido más positivos de lo que esperaba.
Empecé el año 2020 igual que el 2019, salí muchas veces, me fuí muchas veces al lago Cuejdel, he subido varias veces la montaña Ceahlau y tenía esperanzas de que iba a seguir saliendo al mismo ritmo y hacer muchas fotos a lo largo del año.
Desafortunadamente en este pasado mes de marzo todo ha cambiado por culpa del virus COVID-19 y han seguido unas semanas muy duras, intentaba averiguar más sobre esta enfermedad y cómo tomar precauciones contra él, pero al mismo tiempo sentía la necesidad de parar, fue entonces cuando descubrí que a 300 m de mi casa hay un camino que lleva a un bosque donde casi nadie nunca va.
Me pregunté una y mil veces ¿Qué tipo de fotografías podía hacer en una colina donde han cortado casi todos los árboles? La respuesta se encuentra estando allí con la cámara y utilizando la imaginación. También he utilizado el dron para descubrir cómo se ve un bosque, que está regenerándose, desde arriba. Tras ello logré hacer la primera fotografía abstracta que ha logrado contentarme.
Tras unos días, empezaron a florecer los cerezos silvestres y poco a poco el bosque empezó a renacer llenándolo todo de su verde mágia, el verde de la esperanza, el verde de la vuelta a la vida.
Dejé de hacer aéreas porque quería intentar una técnica nueva para mi, la técnica ICM (International Camera Movement) y afortunadamente salió una fotografía aceptable de los primeros intentos, así que continué perfeccionando la técnica y tuve resultados buenos, quedándome con 3 fotografías para mi portfolio personal.
Al fin del mes los árboles eran de un verde fascinante e insistí en evidenciar la luz que caía encima de los troncos de los árboles o encima del verde bonito de las hojas.
De todas las situaciones se pueden sacar cosas positivas. Espero que lo que queda de año sea igual de positivo para todos nosotros.
Gheorghe Popa