No hay lugar en el que me encuentre mas vivo que en el interior de un bosque. Sí, ya sé que a muchos de vosotros os sucede también, pero esto que escribo tiene como novedad el hecho de que nos vamos a saltar una primavera sin vivirla.
Estos días de confinamiento en los que desde nuestra ventana vemos una limpieza inusual en los cielos o ese verdor estacional estallar en los parques cercanos, hace que el deseo de perdernos por un bosque sea una imperiosa necesidad.
Necesidad de dar pasos que calen hasta las rodillas, necesidad de un frío tolerable envuelto en un silencio atemorizador, de olores a madera descompuesta donde se agarran las setas, necesidad pues de esos árboles que no pueden escapar de ser retratados por nuestra cámara. Pero esta primavera no, esta vez nos la perdemos todos mientras la vida vegetal descansará de nuestra presencia.
Echaremos en falta bosques navarros como el de Urbasa, donde las caprichosas rocas aparecen repentinas, pareciendo seres vivientes enmascarados entre las nieblas. Echaremos en falta aquellos bosques vascos de Belaustegui, Uguna o Albertia, que son ahora mismo vergeles exentos de fotógrafos, seteros o excursionistas. Bosques donde el musgo se acrecienta en la superficie de los árboles caídos, cementerio vegetal que cada año se acrecienta en número y extensión.
O echar en falta los bosques bañados de humedad como los de mi querida Montaña Palentina, en donde el verde intenso de las hojas recién nacidas, dejan pasar la claridad como si tuvieran luz propia, para iluminar los lirones que pintan el suelo de estrellas amarillas. Donde los señores Tejos, esos dinosaurios vivientes de madera, disfrutan otra primavera más de las mil ya vividas.
No hay nada como adentrarse en un escenario silencioso, donde los pulmones se empapan de un frescor puro que te humedece hasta el alma.
Enamorada de tus fotos. De la capacidad que tienes para transmitir desde esos rincones tuyos que haces tan nuestros. No me canso de esperar tus visiones, pues la espera siempre se ve recompensada. Enhorabuena por tus logros y mil veces gracias por compartirlos con nosotros.
Sabes Bego que siempre cuando leo un comentario así, significa para mi que debo esmerarme más. Gracias amiga, y ojalá coincidamos en otoño en en algún bosque.
No me fijé cundo comencé a leer quién era el dueño de las palabras, pero al ver la primera foto ya supe que eras tú. Gracias Juan por compartir tu trabajo. Enhorabuena!!!
Gracias Marisa. Nada como los bosques.
Madre mia. Lo que echo de menos, lo que echa de menos el alma, el silencio de un paseo en esos bosques. Gracias.
Lo dices como si conocieras muy bien esa sensación. Efectivamente.
Gracias Eva
Bonitas palabras y sensaciones, bien aderezadas por esas espléndidas imágenes. Espero pronto poder sentir en persona esa pasión que demuestras verbalmente. Amigo, ya sabes que nos debemos una o, mejor, varias. Un abrazo.
Me encantaría coincidir contigo en un bosque, pero de momento conformémonos con las cárcavas desérticas de Aragón. Lo que sea pero que coincidamos.
Cómo añoramos los paseos por los bosques!!!
Está primavera está portándose como hace años, lluvia, temperaturas suaves…. Lo que hace que la montaña palentina se esté vistiendo con sus mejores galas.
Es posible que llegues a tiempo para conseguir una bonita imagen ?
Espero conseguir esa imagen contigo.
Un saludo amiga Celia.
eres un poeta fotográfico. Me encantan tus fotos. Felicidades por tu obra. Muchas gracias por compartirla
Gracias a ti Marta. Me alegro de que te guste como dices.
¿Poeta fotográfico yo? Seguro que le conoces, pero para poeta Juan Tapia.
Muchas gracias Marta por tu comentario.
Gracias Juan por compartir rincones tan bellos, tan verdes y que todos los amantes de la fotografía y de la naturaleza echamos tanto de menos en esta larga cuarentena que estamos pasando. Cómo bien dices esta primavera no la vamos a vivir entre la naturaleza, yo la estoy viviendo en este momento con tu excelente trabajo, tu maestría y tu forma de transmitir el momento vivido en cada clic.
Gracias de nuevo Juan, un fuerte abrazo.
Gracias a ti Trini. Me honras.
Hermosos paisajes en los que nos vemos situados imaginariamente! Los describes de manera que es fácil sentir los olores y la paz llega…
Muchas Gracias Nilda. Eres muy amable.
Hola Juan.
Comparto tus comentarios y sensaciones. Pasear sin prisas y sin pensamientos, solo sientiendo, por un bosque es una cura para el alma.
Y me encantan esta serie de fotos.
Gracias Antonio Real. Eres muy amable.
Un saludo cordial y afectuoso.
Precioso reportaje que nos trae lleno de misterio y encanto.
Muchísimas gracias Esteban.
Un saludo cordial.
Qué marabilla Juan! Realmente preciosas y en estos momentos, donde lo único que podemos ver, es a nuestros vecinos de enfrente, haces que con tus imágenes, podamos soñar.
Un biquiño dende a terra meiga.
Con el verde que tenéis vosotros ahí amiga. Gracias por todo.