Esta es la pregunta que me he formulado muchas veces al escuchar a muchos fotógrafos que se desplazan hasta la localización más espectacular para intentarla fotografiar en sus mejores condiciones. Todos lo hacemos, es evidente, pero con qué grado de exigencia o perseverancia?
Últimamente y ante la masificación de las redes sociales y foros fotográficos, la gente llega a esos lugares y simplemente recuerda lo que ha visto y toma su fotografía. Con mente influenciada algunos fotógrafos parecen sentirse satisfechos por haber fotografiado la localización estrella del momento: ahora que ya conozco esta localización, iré a la de más allá y luego a la siguiente, completando así, la ruta fotográfica más «resultona».
Os propongo una pregunta: el Mediterráneo o el Cantábrico? Es decir: el «lago» Mediterráneo, o la furia y los acantilados del Cantábrico? Pues parece que hoy día y desde el punto de vista de fotografía de paisaje, esta pregunta ya tiene respuesta garantizada.
Otra gran afirmación que más de una ocasión he escuchado: » Claro! los fotógrafos del Norte lo tenéis más fácil…con esos paisajes que tenéis! »
Los fotógrafos de naturaleza buscamos el espectáculo y nos gustan los imágenes con fuerte impacto visual. Pero este espectáculo natural puede estar a muy pocos kilómetros de tu casa si estudias la mejor situación para descubrirlo; solo hace falta tener paciencia y tiempo. El paisaje no se moverá.
En fotografía de costa, en muchas ocasiones he visto el mar plano y cielos plomizos en los encuadres más espectaculares y cielos espectaculares con un mar perfecto en localizaciones poco visitadas y en teoría, con menor valor fotográfico.
Parece quedar atrás el estudio de las localizaciones: la luz en las diferentes horas del día y como influencia en el paisaje, cuál es la mejor situación para lograr esa foto que tanto deseas, pasar horas observando sin apretar el disparador, repetir innumerables ocasiones hasta lograr tu foto…
Como comentaba con el gran fotógrafo Marcos Molina: tenemos que enamorarnos del paisaje y vestirlo con sus mejores luces (que no son siempre el amanecer y atardecer de colorines). Sentir lo que hacemos y el motivo por el que lo hacemos. No es fácil, pero tampoco lo es conseguir una imagen soñada de tu lugar preferido.
Y es que muchas veces, no hay que buscar grandes paisajes sino los momentos que hacen grande un paisaje…
Totalmente de acuerdo contigo Jep, tanto en las reflexiones acerca de la creación de «nuestra fotografía» como en el sentimiento que debe acompañar a la toma de la misma.
Yo también he tenido la suerte de debatir con Marcos y da gusto, además de poder disfrutar su estupenda obra.
Excelente reflexión, Jep, que comparto en su tesis principal. Mis felicitaciones
És una muy buena reflexión pero no debemos negar que en segun que latitudes (me refiero sobretodo a lo que llamamos «Norte») la mayoría de fotografías són de puesta de sol mientras que en «lago» la mayoría de fotografías son de amanecer (me refiero a si buscamos las luces, lógicamente hay mil variaciones). Esto se debe a la orientación del sol.
Para un profesional no sé, pero para un aficionado no es lo mismo levantarse 5 dias y no obtener ningún resultado satisfactorio después del gran madrugón que el ir 5 tardes después de trabajar o cualquier otra actividad en la que ya estamos despiertos y si la cosa no se da bien nos vamos de copas con los amigos y no desprovechamos la tarde (léase esto con ironía y exageración extrema).
Por lo menos para mi no me resulta igual levantarme 5 días a las 5 para estar a las 6 0 6:30 en la ubicación que ir a las 5 de la tarde para estar a las 6 o 6:30 de la tarde.
Que conste que hablo desde el punto de vista de un aficionado no de alguién que está trabajando en un encargo.
Ahora bien amanecer o atardecer tiene sus argumentos positivos i negativos o sea que si yo digo blanco otro dirá negro y viceversa.
Un fuerte abrazo!
Gracias a todos?
Daniel, te entiendo perfectamente, pero la pregunta del millón es: por qué fogorafíar amaneceres en Costa Brava y atardeceres en el Norte? Y si se invierten los papeles?
Yo casi nunca fotografío amanaceres en Costa Brava; me quedo con los contrastes suaves del atardecer ya que me parecen muchísimo más atractivos…
Pero como bien dices, para gustos los colores.
Gracias por comentar.