Llevo años acompañando a las pitas en su proceso vital. Siempre me han parecido unos vegetales imponentes, con una presencia insustituible, casi inmortal, dignos de ser admirados y fotografiados, protegidos y conservados, dueños, junto con las palmeras y las chumberas, de la estética paisajista y cultural de estas regiones semiáridas de la Península.
Esta coloración y textura en las hojas basales de Agave americana sólo se presenta en el proceso de degradación final de cualquier individuo de esta especie, ya sea por muerte natural en el momento de su floración o por cualquier tipo de enfermedad o plaga, donde la paulatina pérdida de humedad va dando lugar a otras texturas y la desaparición de la clorofila va dejando paso a los distintos pigmentos del vegetal. Esta fotografía muestra la imagen de la degradación producida por el ataque a la pitera del picudo negro (Scyphophorus acupunctatus), un escarabajo originario de México y portador de la bacteria Erwina carotovora, que está arrasando las poblaciones de pitas del sur y este de la Península Ibérica. El proceso terminal en este caso es mucho más drástico, ofreciendo imágenes más dramáticas, más oscuras y retorcidas con un último suspiro de luz, de vida y humedad.
Increíbles texturas, degradados de tonos infinitos, formas escultóricas…la mirada de un gran fotógrafo. Enhorabuena Román
Muchas gracias Koldo.
Puro arte natural en tu mirada Román , felicitaciones por éste precioso trabajo!
Gracias Luis.
Gran artículo e imágenes, tu trabajo con los agaves es estupendo. Tanto photophytos como núcleo son series muy trabajadas y con resultados de primer nivel. Un claro ejemplo de cómo el conocimiento y el trabajo duro sobre un tema concreto permiten desarrollar una visión propia de los sujetos que al final se traduce en fotografías únicas. Enhorabuena Román.
Magnífico trabajo Román. No hay duda de quien son las imágenes, y con los tiempos que corren pocos lo pueden decir. Enhorabuena por los resultados de un trabajo constante
Gracias Juan, Adolfo, Antonio…..
La insistencia en una única dirección es la que nos hace traspasar.
No es una búsqueda exterior para conseguir una imagen que momentáneamente nos pueda satisfacer y conformar, es esa insistencia, esa búsqueda interior, en comunicación con la naturaleza, la que en su momento nos abre y nos muestra………
Román.
Captar la sutileza de ese momento de luz entre tinieblas, solo puedes hacerlo tú que estás pendiente de ellas, que cuidas ese tránsito difícil e incierto entre la vida y la muerte. Sólo a tí se van a mostrar como son, porque cuando las miras y estás a su lado, saben que las entiendes y que sois lo mismo: seres vivos.
Solo el ojo privilegiado de un artista puede mirar, ver, abstraer y plasmar tanta belleza en el deterioro de la naturaleza. Una alegoría de lo efímera que es la vida, reflejada en estos «sudarios» hermosos y dramáticos. Enorme trabajo el que nos muestras en «Núcleos». Felicidades Maestro.
Si en los museos, sobre todo de arte moderno, dedicaran (no se si dedican) una sección a la fotografía, las tuyas estarían entre las representaciones con más relieve del arte fotográfico.
Un precioso ejemplo de como lo efímero se convierte en eterno.
Felicidades.
Estos trabajos son un claro ejemplo de arte en fotografía.
Belleza innegable
Felicidades Román.
Primero ví tus fotos y me sorprendieron, porque nunca habia visto fotos de flores como las tuyas, tenian algo especial. Luego te conocí y me hablaste de tu manera de comunicarte con las plantas y me costo entender tus palabras, claro no eran solo palabras, me estaba hablando tu alma. Hay algo entre tu alma y las plantas que se funde en cada fotografía. Llamalo arte o como quieras. Al final es como tú dices insistir es ese cámino interior que te lleva a contactar con tu alma, y entonces te conviertes en un maestro.
Un abrazo