Reflexiones creativas

En más de una ocasión he escuchado que el saber mirar es un arte y como consecuencia cuesta un tiempo en preparar y desarrollar al cerebro a imaginar y distinguir visualmente lo que tiene interés y lo que no, para que llegado el momento esa escena que hemos seleccionado separándola del resto en nuestra mente, se plasme en una excelente fotografía.
 
Normalmente para llegar a desarrollar el sentido de la observación y examen de la idea generada en la mente sobre la escena que hemos elegido para fotografiar, hace falta una labor intensa de trabajo silencioso y continuado en situaciones complejas y diferentes para poder llegar a conseguir en un instante determinado la creatividad necesaria que transforme lo que vemos, en una agradable imagen induciendo al espectador a ver mas allá de una simple fotografía.
 
No es de extrañar que independientemente de este proceso del desarrollo del sentido de la observación de la idea generada en nuestra mente, exista una capacidad innata en determinados fotógrafos que les permite la habilidad no sólo de ver estos sucesos, si no adelantarse a ellos con una facilidad asombrosa que, sobrepasa los límites de aquellos otros que por aprendizaje intentan mediante la técnica imitar resultados pura y llanamente creativos.
 
Todos los procesos artísticos, originan un momento en el que los creadores se diferencian unos de otros por la forma y estructura completamente distintas de sus obras y es esa la manera en la que al contemplar una imagen nos damos cuenta de quien es y sabemos distinguir las diferencias.
 
Es un sinsentido hacer el esfuerzo de exponer de forma adecuada un proceso de creación, un proceso creativo es la expresión de sentir, de reflejar el estado de ánimo del espíritu y del alma. En el se conjugan la técnica, la habilidad, la genialidad y la locura del artista. La creatividad desarrolla el ímpetu y la dedicación total en cuerpo y alma del ser humano con su obra en su estado mas puro de concentración.
 
Sin lugar a dudas y bajo mi punto de vista son estas las razones por las cuales un fotógrafo es único y únicas sus obras que conservan las características propias, puras y naturales de creatividad y las que de una manera esencial hacen de su obra un sello de identidad más allá de especulaciones y divagaciones sin fundamento.
Llegados a este instante, explicaros que todo esto  ha sido  el producto de muchas horas de trabajo fuera de campo entre libros y comentarios publicados en la red, que me han parecido interesantes y en los que de alguna manera me he sentido identificado, y aunque se trate de una reflexión de creatividad en este caso fotográfica, el contesto en general es aplicable a cualquier otra expresión artística.
Y de aquí y para ir terminando con esta reflexión os dejo esta frase que he leido  en algún sitio y que me encanta, “La técnica puede enseñarse, pero no transmitirse su esencia”.
 
Esto es todo por hoy, recordad que es un punto de vista muy personal y que cualquier parecido con la realidad  entre pitos y flautas… es mera coincidencia.
 
Un abrazo y animo
 
Luis Llavori Romatet

OTARRE-2 B&N

 

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