La mayor parte de los fotógrafos de naturaleza sueñan con estar delante de un escenario y verlo a todo color, a mi también me ocurre del mismo modo.
Mis primeros pasos en este mundo de la fotografía los caminé pensando en el color. Moría de ganas por madrugar, llegar a orillas del Mediterraneo y verme sorprendido por un candilazo de los que no se olvidasen en mucho tiempo era mi anhelo casi diario.
Con el paso de los años, no muchos, mi inclinación viró casi en exclusiva al blanco y negro. Caí fascinado por las magistrales obras de Michael Levin, que aparecen en su obra impresa «Zebrato». Mi obsesión, por entonces, era la búsqueda continua de elementos mínimos que destacasen en una escala de grises. Eran tiempos del formato cuadrado (hoy día sigue ocupando un alto porcentaje de mi obra).
Hoy día (por el 20-02-2021), cuando me enfrento a una localización y, dentro de esta, voy selecionando los escenarios para poder trabajar, según pasa el tiempo, cambia la luz y, por supuesto mi estado de ánimo, me voy adaptando y pensando en color o en blanco y negro según sea el mensaje que elija transmitir al espectador.
A continuación os mostraré unas fotografías directas del RAW de cámara y las mismas una vez procesadas. Será entonces cuando lo que trato de explicar con palabras cobre relevancia.
Como se puede apreciar en esta primera pareja de imágenes (RAW y JPEG procesada), el ambiente era muy denso, la niebla casi no dejar ver nada y el contraste de la escena es muy bajo. No hay color con el que jugar. Buscar la presencia de un primer plano potente, para crear sensación de profundidad es casi la única opción en ese momento. El mensaje a transmitir está claro para mi, la suerte para esta planta le había otorgado la cruz, unos metros más allá estaba la oportunidad de una vida más larga. Para reforzar ese mensaje, que mejor herramienta que «eliminar» todo lo poco que pueda distorsionar el mismo. Fuera el mínimo color presente.
Para este segundo par de imágenes, opté por centrarme más en el motivo a destacar, pasa de secundario a protagonista. Se atisba algo de color en la escena, que con un poco de contraste e intensidad en el procesado realzará al mismo. Lo que me interesa en esta ocasión es realzar la belleza de la escena que tengo ante mi cámara.
Resumiendo un poco lo anterior, un mismo escenario nos puede otorgar diversas opciones para trabajar según sea el mensaje que queramos trasladar al espectador.
David Frutos Egea – Abril 2021
Gracias David por aportar tu aprendizaje
Gracias a ti por tu interés, Fernan.
Te deseo un gran fin de semana.