Cuando salgo para hacer fotos hay veces que no hago ninguna porque no he visto un motivo que despierte mi emoción.
Estamos en un tiempo que vemos y hablamos mucho pero sentimos poco, o lo que es lo mismo si hablamos de fotografía, apretamos mucho el botón pero con poco sentimiento. En vez de hablar yo, permitirme solo estas palabras de dos grandes maestros: uno espiritual, y otro, maestro fotográfico, los dos los he leido muchas veces.
El libro de la Nada, OSHO
“Si hay algo que hacer, por difícil que sea, siempre puedes aprender la técnica, hay expertos que te pueden enseñar. Pero el sentimiento no es algo que se pueda enseñar a alguien. En el sentimiento no hay expertos ni manuales; no puede ser, porque no es una cuestión de saber cómo hacer, si no de relajarte en tu ser, y dejar que ocurra algo, (dejar que el paisaje entre en tí, por ejemplo) y entonces podrá surgir la fotografía.”
Luces de Montaña, Galen Rowell
“Las mejores fotografías hablan por sí mismas. Los intentos de analizar sus significados desvirtuan invariablemente la especial calidad que ocupa, más allá de las palabras. Me estremezco cada vez que oigo a un fotógrafo limitar la eficacia de su trabajo tratando de expresar su significado en palabras, y me acobarda leer la crítica fotográfica que, llena de autoridad, describe la visión o el sentimiento que había en la mente de un determinado fotógrafo en el momento de apretar el disparador.”
Galen Rowell, Luces de Montaña, 1985.
Toni Real, noviembre de 2020