Cuando nos iniciamos en el mundo de la fotografía, los lugares que visitamos se tornan en algo fundamental a la hora de intentar conseguir imágenes sorprendentes. Con el tiempo, nos daremos cuenta que cualquier escenario es digno de exploración y que la “calidad” de las fotografías que podamos obtener dependerán más de nosotros que del propio entorno.
Cada lugar tiene ciertas características que lo hacen atractivo fotográficamente hablando: las texturas sobre roca de la playa del Silencio, los cromatismos de las aguas del río Tinto o los paisajes volcánicos de Islandia, son algunos ejemplos.
Almería, la tierra donde nací, se ha convertido con los años en un icono del cine por sus espectaculares paisajes desérticos e insólitas playas volcánicas. La gran duna de Mónsul es uno de mis rincones predilectos del Parque Natural y la he visitado, de forma intermitente, en muchas ocasiones. Desde mi punto de vista, su potencial radica en la variabilidad de elementos a fotografiar: las ondulaciones de la arena, la vegetación que queda atrapada sobre ésta o las efímeras huellas que dejan impresos ciertos animales, son algunas situaciones que podemos encontrar.
Las dos imágenes que os muestro, a continuación, pertenecen a la parte alta del médano y se han disparado a escasos metros una de la otra. Una la realicé en el año 2008 donde quise mostrar, de una forma realista, la duna y el entorno que la rodea. La otra la capturé trece años después, y creo que refleja perfectamente mi crecimiento artístico. Trabajé durante un rato con una temperatura fría y con movimientos sutiles de cámara para hacer subjetivas las formas y así poder evocar otras realidades. Las dos decisiones que tomé fueron determinantes a la hora de transfigurar la arena en agua y el mar en cielo en busca de una lectura simbólica.
Sin lugar a dudas, volver a los lugares se transforma en una nueva experiencia frente al mismo paisaje y que pone aprueba nuestra capacidad creativa. En ese retorno conectaremos con lo que fuimos y lo que somos, será un reencuentro con el aprendizaje y nuestra evolución.
Muy interesante.
Gracias Juan.
Muchas gracias Toni, un abrazo.